Almas amadas:
Al ver cómo la pandemia de COVID está afectando a muchos de ustedes en la India, Brasil y otras áreas fuertemente damnificadas por esta crisis, quiero que sepan que los tengo presentes en mis más profundas oraciones, al tiempo que visualizo la gran luz y las bendiciones de Dios rodeándolos y protegiéndolos y, también, acelerando el fin de estos estragos que aquejan a nuestra familia global.
Cuentan con toda mi compasión, pues sé que la pandemia está provocando muchos y graves problemas en sus vidas y en sus comunidades. Tales pruebas no son infligidas al mundo por Dios, sino por la invisible influencia acumulada del karma colectivo creado por la propia humanidad. Sin embargo, como amados hijos de Dios, podemos encontrar su mano invisible y su amorosa presencia siempre con nosotros —sean cuales sean las dificultades que hayamos de afrontar—, si nos mantenemos en sintonía con Él. Los insto a que permanezcan firmes en esta verdad, manteniendo la calma interior y la confianza en que el amor y el poder de Dios siempre velarán por nosotros en estos tiempos tan difíciles, porque Él es nuestro supremo y más seguro refugio, nuestra guía eterna a través del peligro hasta alcanzar la seguridad y la curación definitivas.
Cuando se encuentren ante cualquier situación que amenace su estabilidad exterior o su bienestar, los aliento a afrontar los temores o inseguridades iluminándolos deliberadamente con la conciencia de que el Todopoderoso Padre/Madre de todos nosotros está con ustedes aquí y ahora, mientras afirman con poderosa convicción, una y otra vez, las palabras de Gurudeva Paramahansa Yoganandaji: «Estoy protegido en el castillo de la presencia de Dios. Ningún mal puede llegar a mí, pues en toda situación de la vida —física, mental, financiera o espiritual— me hallo protegido en la fortaleza de la presencia de Dios».
La meditación es nuestra mayor protección, y nuestra mayor garantía de poder atravesar estos tiempos de crisis con el alma invicta e intacta. Al abrir nuestro corazón a Dios —tan a menudo como podamos, aunque sea momentáneamente—, su amor sanador y su tranquilizadora sabiduría nos aliviarán y sostendrán, renovarán nuestra fuerza interior y elevarán nuestra conciencia para trascender toda duda e incertidumbre. De esta manera, nos colmaremos del valor y la guía intuitiva que nos conducirán a la acción correcta en las circunstancias que hayamos de afrontar.
Gurudeva nos ofrece la perspectiva correcta para hacer frente a cualquier adversidad: «Cuando las circunstancias que te rodeen sean negativas, practica la “oposición”, pensando y actuando de forma positiva y constructiva. Practica titiksha, lo cual significa resistirse a las experiencias desagradables, sin dejarse avasallar por ellas ni permitir que te afecten interiormente. Cuando debas afrontar la enfermedad, cumple las normas higiénicas necesarias y no dejes que se inquiete tu mente. Permanece inalterable en todo cuanto hagas».
Almas amadas, tengan la plena certeza de que todos los monjes y monjas de SRF/YSS que residen en los ashrams de Gurudeva se unen a mí en profunda oración, enviando luz sanadora y pensamientos amorosos de aliento a cada uno de ustedes y al mundo. Por favor, continúen uniendo sus oraciones a las nuestras a fin de enviar vibraciones sanadoras a todos cuantos necesiten la gracia y las bendiciones de Dios. Ayudándonos los unos a los otros, inspirando a los que nos rodean con el ejemplo de nuestra calma, y recargándonos en la Fuente Infinita de fortaleza y valor, unidos lograremos atravesar victoriosamente estos tiempos difíciles.
Que Dios y los Gurús los bendigan, los guíen y velen por ustedes y sus familias.
Hermano Chidananda
